Por Roberto Carlos Guevara
Morelia Michoacán a 19 de diciembre de 2024.- Carlos Maya, abogado especializado en la defensa de los derechos de los animales, alzó la voz sobre la alarmante situación que enfrenta Uruapan en materia de bienestar animal. Según Maya, la venta clandestina de animales es un factor clave que contribuye al aumento de perros y gatos en situación de calle, un problema que no solo afecta a las mascotas, sino que también tiene implicaciones en la salud pública y la convivencia ciudadana.
“Uruapan ocupa el segundo lugar a nivel nacional en casos de maltrato animal, una posición que debería alarmarnos y motivarnos a actuar de manera inmediata”, señaló el abogado, quien ha trabajado en múltiples campañas de concientización y rescate.
De acuerdo con estudios y reportes de organizaciones locales, el comercio ilegal de animales fomenta prácticas irresponsables, como la reproducción descontrolada y el abandono. Muchas de estas ventas ocurren sin regulaciones sanitarias, dejando a los animales en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Carlos Maya subrayó la importancia de endurecer las leyes contra el maltrato y la venta clandestina, además de promover campañas masivas de esterilización y adopción responsable. “El cambio no solo depende de las autoridades, sino también de la ciudadanía. Necesitamos educar a la población para que entienda que tener una mascota es una responsabilidad, no un capricho pasajero”, añadió.
Organizaciones locales y activistas han respaldado las declaraciones de Maya y han exigido que el gobierno municipal implemente medidas más estrictas para combatir esta problemática. Entre las propuestas destacan operativos para detectar puntos de venta ilegal, multas ejemplares para quienes cometan actos de maltrato y la creación de un refugio municipal bien equipado.
El abogado hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para que intervengan en el caso de Uruapan, señalando que el problema trasciende lo local y refleja una crisis nacional en términos de derechos animales. “No podemos permitir que Uruapan sea sinónimo de crueldad; debemos transformarla en un ejemplo de empatía y responsabilidad”.
Mientras tanto, la comunidad animalista sigue sumando esfuerzos, buscando no solo salvar vidas, sino cambiar una mentalidad arraigada que normaliza el maltrato y el abandono.